Lo primero que te voy a decir es que no vas a aprender a gestionar las emociones leyendo un artículo.
Gestionar emociones es gestionar tu mente, tus pensamientos y si no sabes cómo funciona tu cabeza, de poco te servirán una recopilación de consejos baratos.
Si estás aquí buscando información sobre cómo gestionar tus emociones es posible que te encuentres en alguna de estas situaciones:
- Bajón. Te sientes mal y no sabes por qué ni cómo salir de ahí.
- Preocupación. Te invaden un montón de pensamientos negativos que te rallan y por mucho que lo intentas no te los puedes quitar de la cabeza.
- Fustigación. Te estás machando de lo lindo por algo que ha sucedido y tu autoestima está por los suelos.
- Impulsividad. Eres de mecha corta y te pasas de frenada en algunas situaciones, haciendo daño a personas que te importan.
Y podría mencionarte muchas más..
Entonces, qué te puedo aportar aquí en 3 minutos de lectura para que te puedas llevar algo útil de verdad.
5 Cosas (que voy a explicarte)
Entiende lo básico: cada emoción surge en tu cabeza con una misión positiva.
Deja de hacerlo. El error que te hunde más y solo agrava el problema.
La herramienta más sencilla y efectiva que cualquiera puede hacer sin tener nada de conocimiento y cómo hacerlo.
Te voy a explicar por qué entrenar tu IE es una de las mejores inversiones que puedes hacer en tu vida.
Y por último, te voy a decir varias maneras de seguir aprendiendo inteligencia emocional, incluido un curso gratis.
¿Te apetece?
Qué son las emociones ; Lo básico:
Ya habrás leído miles de veces que las emociones son mecanismos de supervivencia pero eso no te ayuda a gestionarlas.
En realidad, ni siquiera necesitas saber qué son las emociones para poder gestionarlas.
Lo básico que necesitas saber es esto.
Las emociones son consecuencia de tus pensamientos.
Cada pensamiento que corre por tu cabeza dispara una emoción.
Pero cada pensamiento es consecuencia de tus ideas fijas, que actúan como gafas para interpretar la realidad.
Por eso, frente a la misma realidad, cada persona la interpreta de forma diferente y siente emociones diferentes.
Entonces, más que ofuscarte por el dolor o la tensión que genera la emoción, tu objetivo es detectar y analizar los pensamientos e ideas que están generando ese dolor.
Es como el dolor físico. Si algo te duele, el dolor es sólo un síntoma de que algo anda mal y necesita tu atención.
Pues con las emociones pasa lo mismo, si sientes dolor emocional, ansiedad o estrés, esas son solo señales de alerta que reclaman tu atención.
Las emociones son solo mensajeras y tu objetivo prioritario es detectar el mensaje y darle respuesta.
Deja de hacerlo: el error que agrava el problema
Si has entendido bien que las emociones son solo alertas con mensajes, te puedes imaginar cuál es el peor error: ignorar o tratar de matar al mensajero.
La gente me dice que trata de controlar los pensamientos negativos, evitarlos, pensar en otra cosa, pero eso es una batalla perdida.
Te imaginas que viene alguien a buscarte para decirte: tu casa está ardiendo!
Y tú que haces?
No me digas eso! No quiero oír esas cosas. Me voy corriendo.
¿Acaso por correr y huir del incendio tu casa se pondrá bien?
Pues lo mismo pasa con tu mente.
Por muy negativos que sean tus pensamientos, sólo son pensamientos, voces internas.
Gente contándote cosas negativas.
En la vida real te pararías para ver quién es esa persona que te dice cosas malas y comprobar si es verdad lo que te está contando o te está mintiendo.
O si está equivocado??
Pues eso es todo lo que tienes que hacer.
Si en vez de pararte para conversar con tus emociones mensajeras, te marchas corriendo, a eso se le llama represión emocional.
Ignoro mis emociones. Trato de esconderlas y pensar en otra cosa.
Pero eso es el mayor error, pues solo reprime y mantiene la tensión y el dolor dentro.
Y mantener la tensión dentro hace un gran daño a tu salud.
La herramienta más sencilla y efectiva
Ok, te queda claro que necesitas atender a tus emociones.
Iniciar una conversación con ellas y cuestionar racionalmente si sus mensajes tienen o no sentido
¿Cómo se hace eso?
Pues la herramienta más sencilla del mundo es la escritura.
Ponte a escribir sobre un papel todo lo que estás pensando de forma literal.
Vuelca en ese papel todos tus pensamientos ¿Por qué?
Porque sacarlos fuera de tu cabeza y ponerlos en el papel te permite dos cosas fundamentales:
1. Verlos. Ahora esos pensamientos se han atrapado en el papel. Se han quedado pegados en él. Puedes verlos, tocarlos y analizarlos.
2. Separarte. El papel está fuera de tu cabeza. Si ahora lees esos pensamientos de nuevo, es como si alguien de fuera te estuviera hablando.
Te permiten ser más neutro, objetivo y analítico.
¿Y ahora qué?
Pues ahora puedes conversar de forma ordenada contigo mismo. Con tus emociones, pero siendo tú quien lidera la conversación, no tú cabeza.
Aquí y ahora te puedes hacer las siguientes preguntas:
¿Qué me estoy contando a mí mismo?
¿Qué me quieren hacer ver estos mensajes?
¿Cuánto de cierto hay en esos mensajes?
¿Qué necesito hacer para recuperar la calma?
¿Qué más necesito hacer ahora para estar en paz?
Y ve escribiendo en el papel tus respuestas.
Te aseguro que el simple hecho de atender tus emociones (aunque no sepas cuáles son) y darles respuesta, te hará sentir mucho mejor
Importancia de gestionar las emociones
Aprender a gestionar mis emociones es algo que cambió drásticamente mi vida y para bien.
Te cuento, los 6 principales beneficios de invertir tu tiempo y energía en aprender a gestionar tus emociones, ordenado de mayor a menor prioridad, según yo claro.
La primera SALUD.
Las emociones generan energías.
Algunas son agradables de sentir y otras son desagradables, pero reprimir las desagradables, las generan tensión y dolor, es muy malo.
Ya sabes que el estrés crónico debilita el sistema inmunológico y agrava problemas de salud.
Pero hay una ciencia, la psiconeuroinmunobiologia, que ha demostrado el impacto de la gestión emocional en enfermedades graves.
El cómo algunas personas empeoran y no se salvan a pesar del tratamiento y cómo otras, que les quedaban un tiempo limitado, milagrosamente se recuperan o alargan su vida superando expectativas.
La segunda, DECISIONES.
Ya sabes que cada emoción puede cambiar el rumbo de tu vida.
Y que tu presente es consecuencia de las decisiones que tomaste en el pasado y que el futuro depende de las decisiones que tomes a partir de ahora.
También sabes que en esas decisiones afecta mucho tu estado anímico.
No es lo mismo tomar la decisión en caliente que en frio de forma meditada.
Pues creo que no hace falta decir mucho más.
Gestionar tus emociones te confieren esa calma en los momentos de tensión para tomar mejores decisiones.
La tercera, RELACIONES.
La comunicación es el alimento de las relaciones.
La comunicación de calidad nos une mientras que la comunicación de mala calidad desune.
Y en la calidad de dicha comunicación afectan de nuevo nuestras emociones.
Sabes que no hablas igual cuando estás tranquilo que cuando estás con tensión.
Si pierdes el control de ti mismo puedes perder el respeto a la otra persona y hacerle heridas graves que nunca olvidará.
Y si esto sucede con las personas que más quieres el daño para ti es mayor.
Así que tus emociones son fundamentales para el éxito en tus relaciones, tanto personales como profesionales.
La cuarta, INVERSIONES.
El dinero es importante para nuestra vida pues lo necesitamos para sobrevivir.
Si le preguntas a cualquier inversor de la bolsa, te dirá que la psicología es tan importante o más que los propios conocimientos sobre la bolsa.
Porque puedes comprar buenas acciones, pero si en momentos de pánico, tomas malas decisiones, puedes perder mucho dinero.
Pero no hace falta irse a la bolsa. Piensa en las compras del día a día.
¿Cuántas compras son irracionales?
¿Cuántas cosas que realmente no necesitas compras?
¿Cuánto dinero tienes estancado en tu casa, en objetos inútiles, que al final acaban en la basura?
La quinta, LIDERAZGO.
Si las emociones afectan a las relaciones, también afecta a la gestión de equipos.
Si no eres capaz de gestionar tu cabeza primero, difícilmente podrás influir en las cabezas de los demás.
La inteligencia emocional es la base del liderazgo moderno. Es la base de la influencia.
Es la herramienta que te permite ser íntegro con tus palabras y promesas y ganarte la confianza de los demás.
La sexta, Confianza.
Y hablando de confianza, no podrás proyectar confianza a los demás si tú eres el primero que no confía en sí mismo.
Y no confías en ti porque no cumples tus promesas. Te traicionas con excusas y acabas posponiendo tus objetivos por complacer a los demás.
Cuanto más te engañas, menos confías en ti mismo y destrozas tu autoestima.
En fin, que podría escribirte un libro sobre esto y te dije 3 minutos.
Curso de Inteligencia Emocional gratis
Si quieres aprender más sobre inteligencia emocional, tengo un curso básico gratis con el que seguir profundizando AQUÍ.
Podrás conocer las 5 emociones vitales que más trabajo con la gente.
Les llamo emociones vitales porque son las que más condicionan nuestra vida: el miedo, la rabia, la tristeza, la impotencia y la culpa.
Si al hacer ese curso básico te quedas con ganas de más y quieres herramientas y casos prácticos, entonces tienes el curso de pago donde estaré a tu lado y tienes acceso de por vida AQUÍ.
Y lo mejor de lo mejor.
Si quieres una educación continua en inteligencia emocional (para tener constancia y disciplina) con soluciones a problemas de la vida real y cargado de ideas prácticas y sencillas, TODO GRATIS, solo tienes que suscribirte a la Newsletter aquí abajo.
Solo te aviso de una cosa. La inteligencia emocional es adictiva.
Cuanto más aprendes, más quieres aprender porque más seguridad y confianza ganas en ti mismo.
Y cuanto más te conoces, más fuerte te haces y menos probable es que vuelvas a caer en las trampas de la mente.
Fuerte abrazo!